Prueba de densidad ósea (DXA o DEXA)

La osteoporosis es una enfermedad silenciosa. No tiene síntomas evidentes en sus primeras etapas y, a menudo, se diagnostica solo después de que se produce una fractura. Sin embargo, en algunos casos, hay señales de advertencia, tales como:

– Pérdida de altura
– Curvatura de la columna (debido a la pérdida ósea)
– Dolor de espalda
– Historia de fractura en la edad adulta

Prueba de densidad ósea

La prueba de densidad mineral ósea es una forma indolora y segura de diagnosticar la osteoporosis. La densidad ósea se mide a través de exploraciones de absorción de rayos X de energía dual (DXA o DEXA) de la cadera o la columna vertebral. La prueba se usa para determinar la «dureza» de los huesos de un paciente, particularmente la parte baja de la espalda y las caderas, que se evalúan en una prueba estándar de densidad ósea.

Si bien esta prueba se prescribe más comúnmente para mujeres, los hombres y los niños se evalúan con frecuencia según la recomendación de su médico. La exploración DXA está disponible en varios de nuestros consultorios médicos en todo el condado de San Diego.

Tu puntuación T

El resultado de su exploración DXA se presenta como un puntaje T, que representa la diferencia entre su densidad ósea y la densidad ósea promedio de los adultos jóvenes sanos.

Pre-osteoporosis (Densidad mineral ósea baja): Se diagnostica si su puntaje T está entre -1.0 y -2.5.

Osteoporosis: Se diagnostica si su puntaje T es -2.5 o menos. Esto significa que su densidad ósea es igual o inferior a 2,5 desviaciones estándar por debajo de la media de un adulto joven sano.

Normal: Aunque cualquier puntuación T negativa significa que la densidad ósea de una persona está por debajo del promedio, una puntuación T superior a -1,0 se considera normal.

Lo que su gammagrafía ósea no le dice

Su puntaje T de densidad mineral ósea es una vista transversal bidimensional de un solo hueso en su esqueleto y no indica otros factores que puedan influir en su riesgo de sufrir una fractura osteoporótica.

Por ejemplo, mientras que la calidad de la matriz ósea y su microarquitectura contribuyen a la fortaleza de los huesos, los problemas con la visión y el sentido del equilibrio también pueden aumentar sus posibilidades de sufrir una caída con un traumatismo elevado que puede provocar una fractura.

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