Los remitentes de investigaciones radiológicas deben proporcionar razones clínicas sólidas para justificar la exposición de los pacientes a la radiación. Se deben cumplir las reglas locales del departamento de rayos X, ya que ignorarlas puede resultar en una infracción de la ley.
Todos los rayos X pueden alterar la división celular y otros procesos intracelulares y, por lo tanto, son potencialmente dañinos para el cuerpo humano. Por esta razón, toda exposición médica a la radiación debe justificarse en términos de la relación riesgo/beneficio.
Efectos biológicos de la exposición a rayos X
Algunos efectos biológicos, como el daño a la piel, dependen de la dosis, mientras que otros, como el desarrollo de cáncer, son aleatorios.
Los efectos biológicos dependientes de la dosis se vuelven medibles por encima de 50 mSv (milisieverts) y una dosis de cuerpo entero de más de 10 Sv (sieverts) es universalmente letal. La dosis de radiación promedio por persona en el Reino Unido es de 2, 6 mSv por año, de los cuales 2, 2 mSv son de fondo y 0, 4 mSv se relacionan con la exposición médica. Las investigaciones diagnósticas suelen implicar dosis entre 0,02 mSV (radiografía de tórax) y 10 mSv (TC de abdomen). ¡Esto significa que una radiografía de tórax equivale a 3 días de radiación de fondo y una TC de abdomen equivale a 4, 5 años!
Algunas partes del cuerpo son más susceptibles a los efectos dañinos aleatorios de la radiación. Estos son generalmente tejidos con células que se dividen rápidamente, por ejemplo, la dosis de radiación en el estómago tiene más de 20 veces más probabilidades de provocar un cáncer mortal que la misma dosis en los huesos.
La exposición a la radiación de los órganos reproductores conlleva un riesgo potencial adicional para las generaciones futuras. Los niños son más radiosensibles que los adultos y se debe evitar la irradiación de un feto siempre que sea posible.